La vida de Conan nunca ha sido sencilla. Es un velocirraptor en el cuerpo de un perro, pero hace 28 días decidió mandarlo todo a la mierda y hacer realidad su sueño: vivir como un velocirraptor. Ahora es mucho más feliz, aunque todos le traten de perro loco.
PD: Fuera de coñas está en adopción. Si os interesa, se llama Xabi.
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